La tecnología de batería de combustión de hidrógeno es de interés para los estados y los principales fabricantes de automóviles mundiales. En Francia, Renault y Air Liquide pusieron el tema en la agenda.
Una evolución hacia el hidrógeno
Air Liquide, líder en el sector de gas industrial, multiplica las intervenciones a favor de los automóviles con celdas de combustible. Según sus líderes, la tecnología sería la continuación lógica para los automóviles eléctricos para 2014-2015. La transición se haría gradualmente, el tiempo para dominar todos los parámetros involucrados y crear conciencia entre el público en general. Esta segunda generación de vehículos eléctricos se basa en la producción de la electricidad necesaria del hidrógeno por medio de una batería. Para llenar el gas necesario, el usuario debe unirse a una estación de carga. Air Liquide, cuyas actividades giran principalmente en torno a esta materia prima; calcula por 100 mil millones de euros la conversión a esta tecnología de solo el 10% de la flota de automóviles de todo el planeta. En comparación, todo el sector del gas destinado a la industria hoy en día representa 60 mil millones de euros.
La atenta Comisión Europea
En el origen de esta campaña de Air Liquide a favor de la tecnología de hidrógeno para automóviles ecológicos, una declaración reciente sobre France Inter del CEO de Renault, Carlos Ghosn, que anticipa una evolución de los vehículos eléctricos hacia el hidrógeno. El fabricante francés que aboga por un modo de transporte totalmente no contaminante tiene la intención de lanzar sus modelos eléctricos para conquistar casi el 10% del sector para 2020. Según Ghosn, la única respuesta al problema del medio ambiente frente al creciente número de la flota mundial de automóviles sería el automóvil eléctrico, que en unos años dará paso a modelos que utilizan un generador de combustión. Los países industrializados parecen estar siguiendo este camino y Europa anuncia que quiere invertir en investigación sobre el desarrollo de la tecnología. Los grandes constrictores globales están considerando seriamente el problema.
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