El futuro de la industria automotriz está ahora en juego. Lejos de ser obsoleto, este sector de la economía debe, sin embargo, hacer su revolución y registrarse en vehículos menos contaminantes, híbridos o eléctricos. A pesar de toda una preocupación en esta tabla, emocionante por el futuro desafío técnico, la concentración de fuerzas .
La reciente adquisición de Porsche por parte de Volkswagen no tiene nada que ver técnicamente en este blog y, sin embargo, es un síntoma de concentración de fuerza que tendrá repercusiones en el futuro. FIAT se une a Chrysler, Mercedes establece vínculos con BMW, VW desea convertirse en el N ° 1 mundial frente a Toyota y, por lo tanto, ocupa Porsche.
GM se ha convertido en el avatar de Renault para los estadounidenses, mutante en una empresa nacional. Renault y Nissan agrupan sus fuerzas, PSA está buscando aliados. Pero todas sus concentraciones son preocupantes para el futuro tecnológico automotriz.
De hecho, si, ante el enorme desafío representado por los vehículos limpios, estos fabricantes firman acuerdos técnicos, no habrá más novedad e innovación que estándares.
Es cierto que los motores ya se comercializan entre fabricantes (IDH en Ford, por ejemplo), pero la demanda masiva de vehículos ecológicos es tal, bien ayudada por las primas estatales, que la concentración y la estandarización se convertirán en la norma. El Toyota Prius se ha convertido en un estándar para futuros automóviles híbridos para 2010-2011 y su principio se copiará.
Al comienzo del año, el presidente de FIAT anunció que el futuro de la industria automotriz dependerá de alianzas, fusiones y mutualización. Indicando que solo quedarán seis u ocho fabricantes para 2012.
La creación de sus nuevos conglomerados de automóviles que permiten, según FIAT, satisfacer la enorme demanda de automóviles del futuro. Porque los vehículos ecológicos son caros.
Si un modelo clásico costará mil millones de euros en diseño-industrialización, un modelo híbrido costará 3 mil millones (ejemplo del Prius). Por lo tanto, mantenerse independiente ya no es posible.
La industria automotriz, que siempre ha vivido de la diferencia técnica entre sí, está mutada a un gigantesco técnico de General Motors. O ninguna marca se destacará y ofrecerá nueva ingeniería, pero solo estilo, la única diferencia visible para el comprador.